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Examen Alz-tau® para la detección temprana de la enfermedad de Alzheimer

Alz-tau® es un biomarcador de detección temprana y apoyo al diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer, avalado por 5 estudios clínicos y sólidas publicaciones científicas. Consiste en un procedimiento no invasivo, basado en una muestra de sangre, que permite detectar una proteína anómala en las plaquetas de la sangre, incluso antes de que se presenten los síntomas clínicos, y con ello establecer la presencia y posible desarrollo del Alzheimer.

La enfermedad de Alzheimer (EA) es la causa más frecuente de demencia, representando el 75% de los casos, y una de las principales causas de dependencia en adultos mayores. Por esto, es importante determinar la presencia de un proceso patológico que podría conducir a la enfermedad, basado en aplicaciones diagnósticas confiables que puedan ayudar a la detección temprana y un tratamiento preventivo exitoso.  

¿Que hacer si el examen está alterado?

Si el resultado del examen está sobre el rango normal de referencia, se puede inferir oligomerización patológica de la proteína tau. Lo anterior no implica que el paciente tenga la enfermedad de Alzheimer, sino que es una señal de alerta para tomar medidas preventivas y consultar a su médico en tal caso. Si el resultado está dentro del rango de referencia, entonces no hay oligomerización patológica de la proteína tau, pues estaría dentro del rango normal. En cualquier caso, este examen no constituye diagnóstico por sí solo y debe ser interpretado por su médico.

Existe evidencia científica que sustenta la teoría de que el Alzheimer comienza su desarrollo décadas antes de su sintomatología. Hay un período asintomático en el que empiezan a surgir cambios en el cerebro que más adelante llevan a la demencia. Es por ello que detectarla en etapas tempranas, permitiría tratarla antes de desarrollar la enfermedad. 
Las personas pueden prevenir la EA modificando algunos factores en el estilo de vida, tales como: alimentación saludable, actividad física rutinaria, estimulación cognitiva, buenos hábitos de sueño, evitar la ingesta de alcohol, entre otros. Estas acciones podrían prevenir o retrasar hasta un 40% de los casos de Alzheimer (The Lancet, 2020)
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